El Aceite de San José
- Lucas Gelásio
- hace 2 horas
- 4 Min. de lectura

Dios siempre nos ayuda en los momentos difíciles. Muchas veces, a través de nuevos sacramentales.
Algunos católicos han anunciado haber recibido, de forma idéntica, la revelación de un sacramental: el Aceite de San José. Entre ellos, están Agustín del Divino Corazón, Manoel de Jesús, San André Bessette y la Señora del Alma Mística que conversa con el Niño Jesús, de quien ya he hablado algunas veces en mi instagram. A ella, el Divino Niño reveló que este sacramental es eficaz contra pestes, incluso las que aún están por venir, y beneficioso para la cura espiritual. Las instrucciones de preparación están a continuación. Debes prepararlo y usarlo con devoción.
El Aceite de San José debe ser aplicado en forma de cruz detrás de las dos orejas, en las dos muñecas y detrás de las dos rodillas. También debe aplicarse en el lugar del cuerpo donde se ubique la enfermedad, si es el caso.
Vas a necesitar:
7 lirios
250 ml de aceite de oliva 100% puro (sin mezcla)
Altar con imagen bendecida de San José
Una cacerola
Un colador
Frascos para almacenar el aceite listo
Modo de preparación:
1) Comienza en un miércoles. Coloca los siete lirios y los 250 ml de aceite de oliva en el altar, frente a una imagen de San José.
2) Delante de los lirios y del aceite, reza la semana de los Siete Dolores y Alegrías de San José, que debe comenzar en un miércoles y terminar en un martes. Cada día, medita un dolor y una alegría, según la secuencia:
Primer dolor y gozo (miércoles): Glorioso San José, por el dolor y el gozo que viviste en el misterio de la encarnación del Hijo de Dios en el seno de nuestra Santa Madre la Virgen María. Obtiene para nosotros la gracia de la confianza en Dios.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Segundo dolor y gozo (jueves): Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al ver nacer al Niño Jesús en tanta pobreza y por el gozo que sentiste al ver como lo adoraban los ángeles. Obtén para nosotros la gracia de acercarnos a la santa comunión con fe, humildad y amor.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Tercer dolor y gozo (viernes): Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al circuncidar al Divino Niño y por el gozo que sentiste al ponerle el nombre de Jesús, ordenado por el ángel. Obtén para nosotros la gracia de quitar del corazón todo aquello que no es bueno frente a los ojos de Dios.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Cuarto dolor y gozo (sábado): Glorioso San José, por el dolor y el gozo que experimentaste al escuchar la profecía del viejo Simeón, que anunciaba la perdición y por otro lado la salvación de tantas almas mientras tomaba al Niño Jesús en sus brazos. Obtén para nosotros gracia de meditar los dolores de Jesús y los dolores de María.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Quinto dolor y gozo (domingo): Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al huir a Egipto y por el gozo que sentiste al tener siempre contigo a Dios junto a su Madre. Obtén para nosotros la gracia de poder cumplir con fidelidad y amor todos nuestros deberes.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Sexto dolor y gozo (lunes): Glorioso San José, por el dolor que experimentaste en la persecución del Niño Jesús y por el gozo de volver a tu casa de Nazaret. Obtén para nosotros la gracia de hacer siempre la voluntad de Dios.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
Séptimo dolor y gozo (martes): Glorioso San José, por el dolor que sufriste cuando se perdió Jesús y por el gozo que sentiste cuando lo encontraste. Obtén para nosotros la gracia de llevar una buena vida y morir santamente.
(Breve pausa para meditación)
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
3) Después de terminar los siete días de oración, al día siguiente (miércoles), coloque los pétalos de los lirios, sin el tallo, en una cacerola, junto con el aceite.

4) Lleve la cacerola a fuego bajo y rece durante siete minutos pidiendo la intercesión de San José junto al Niño Jesús, para que vengan muchas gracias por medio de este aceite.
5) Apague el fuego, espere a que se enfríe, y con un colador, filtre el aceite, colocándolo en un nuevo recipiente. Puede desechar los pétalos que han sido colados.

6) Lleva el aceite para que un sacerdote lo bendiga. No es necesario hacerlo el mismo día.
7) Usa el Aceite de San José como un sacramental. Con devoción, haz pequeñas cruces con él por el cuerpo. Úsalo en las muñecas, detrás de las orejas, detrás de las rodillas y en la parte del cuerpo que esté enferma.

Aclaraciones para dudas comunes:
Puedes hacer la preparación en tu altar doméstico;
La imagen de San José puede ser un ícono o una estatua, pero debe haber sido bendecida por un padre;
El lirio puede ser de cualquier color, pero se sugiere que sea el blanco;
Puedes usar la flor aún cerrada, incluso si no se abre al final de la novena;
Si la flor se separa del tallo y cae, déjala en el altar hasta el final;
Puedes rezar las alegrías y las penas teniendo en tu altar una cantidad mayor de lirios y de aceite, siempre que, al ponerlos en la olla, uses siempre esta cantidad: 7 flores de lirio – 250 ml de aceite – 7 minutos;
Por tratarse de una revelación privada, cualquiera tiene el derecho de no creer en su eficacia. No discuta por eso.
Sugerencias:
Puedes añadir elementos piadosos en la preparación, como encender una vela, dejar destapada la botella de aceite durante las oraciones, utilizar vajilla nueva o añadir más plegarias;
El aceite se aprovecha mejor si se almacena en frascos con punta roll-on.
El tiempo mostrará la importancia y la eficacia de esta devoción para curas físicas y espirituales. Hagámoslo con piedad y espíritu de gratitud hacia Nuestro Señor Jesucristo y San José, Su castísimo padre, que fue enviado en nuestro auxilio ante los males que están por venir.
Traducido por: Katia Nogueira













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