La Iluminación de Consciencia de San Francisco de Asís (1224)

Pocas personas saben que San Francisco de Asís experimentó la iluminación de la conciencia, un fenómeno que forma parte de las profecías de Garabandal. El episodio se relata en el libro “I Fioretti di San Francesco”.

Ocurrió una noche, cuando el Fraile León fue a rezar con San Francisco, pero no lo halló en su celda. Lo encontró en el bosque, rezando de rodillas. El santo repetía la oración:

— ¿Quién sois, mi dulcísimo Dios? ¿Quién soy yo, un vil gusano y un inútil siervo Vuestro?

Una hermosa llama de fuego descendió del cielo y se posó sobre la cabeza de San Francisco. Era posible oír una voz que le hablaba desde la llama que, al cabo de un rato, volvió a elevarse al cielo.

Entre lágrimas, Fraile León pidió perdón a Francisco por haberlo observado sin permiso. Con humildad, le pidió una explicación de lo que había visto.

— Cuando dije aquellas palabras que escuchaste —explicó San Francisco—, mi alma vio dos luces: una me dio conocimiento y conciencia de mí mismo; la otra, conocimiento y conciencia del Creador. Cuando dije: «¿Quién sois, oh mi dulcísimo Dios?», me encontraba en una luz de contemplación en la que vi el abismo de la infinita bondad, sabiduría y poder de Dios. Y cuando dije: «¿Quién soy yo?», me encontraba en una luz de contemplación en la que vi el profundo y lamentable abismo de mi indignidad y miseria. Por lo tanto, dije: «¿Quién sois, Señor de infinita bondad y sabiduría, que os dignáis visitarme, un gusano vil y abominable?». Y en esa llama que viste, estaba Dios, quien me habló de esa manera, tal como le había hablado a Moisés en la antigüedad.

Por la gracia de Dios, San Francisco vio la gravedad de sus pecados y el estado de su alma. Pronto, el mismo fenómeno será experimentado por toda la humanidad, según lo que indican las profecías que he publicado. Esta será la advertencia de Dios para que la humanidad se convierta antes de que lleguen los Tres Días de Oscuridad.

Dios se manifestó a San Francisco en forma de llama. Las profecías también anuncian que, cuando llegue el momento de ir a los refugios, Dios se manifestará de la misma manera para ayudar a sus hijos. Así como los Reyes Magos siguieron la estrella que los condujo hasta el Niño Jesús, nosotros debemos seguir una llama que aparecerá y nos guiará a un lugar seguro, a pesar de nuestras miserias.

Traducido por: Katia Nogueira