Las Veces que un Milagro Salvó a Brasil
- Lucas Gelásio
- hace 4 días
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Los momentos decisivos de nuestra historia (historia de Brasil) están repletos de milagros. En la Batalla de Ourique, 1139, Jesucristo anunció la victoria a D. Alfonso Henriques, primer rey portugués, y le profetizó que su reinado llevaría la Fe a tierras muy remotas.
En Brasil, la Batalla de Uruçumirim contó con la aparición de San Sebastián, en su día en el año de 1567, que ayudó a los portugueses en la victoria.
En la Batalla de Guaxenduba, 1614, apareció Nuestra Señora de las Victorias, que curó a los portugueses y transformó la arena en pólvora para el combate. Tal escena asustó a los enemigos que, aun en número siete veces mayor, se retiraron.
Holandeses calvinistas invadieron el Santuario de Nuestra Señora de la Peña, en el Dia de los Santos Soldados Mártires de la Legión Tebana en el año 1643, cuando se retiraron después de ver el edificio transformarse en una fortaleza y de él salir innumerables soldados.
En la Batalla del Monte das Tabocas, de 1645, los portugueses-brasileños, acorralados por holandeses, cantaron la Salve Regina. Nuestra Señora apareció con el Niño Jesús y San Antonio, venerado en la región. Los santos proporcionaron armamento a los católicos y causaron la fuga de los invasores.
En la Batalla de Guararapes de 1648, los holandeses estaban en numero casi cinco veces mayor. Después de rezar invocando el nombre de Dios y de María, el lado católico dio vuelta la batalla y la ganó.
En Forte de Coimbra, en 1801, invasores españoles llegaron a derrotar a los portugueses-brasileños, pero se retiraron al ver la imagen de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Forte. En el mismo lugar, en 1864, invasores paraguayos llagaron con tropas treinta veces mayor que la brasileña. A punto de ser derrotado, nuestro comandante (comandante de Brasil) se dirigió al Santo Patrón. Los enemigos quedaron paralizados y la tropa de Forte pudo escapar con seguridad.
En 1822, D. Pedro visitó a Nuestra Señora de Aparecida y prometió consagrarle el País si se resolvía la situación entre Brasil y Portugal. Días después fue proclamada la Independencia.
Por tan grandes victorias, Nuestra Señora de Aparecida fue proclamada Generalísima del Ejercito brasileño en 1967. Confiados en tan gran General, pedimos a la Santa Madre el socorro en la batalla contra los enemigos de la Patria y de la Santa Iglesia.
Traducido por: Maria Cristina Jacome
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