Revelaciones de Oriente (mar/2023, feb, abril, sept/2024)
- Lucas Gelásio
- 29 abr
- 2 Min. de lectura

La noche del 12 de marzo de 2023, la Monja Nordestina tuvo un sueño con Nuestra Señora de La Salette. La Virgen se acercó a la monja, sostuvo su mano y, aproximando Su rostro, lloró. En medio de las lágrimas, sonrió y le dijo algo en una lengua que la monja desconocía, pero que parecía oriental y sonaba como arameo. La Madre de Dios sonrió nuevamente y, antes de irse, dijo una frase más en el mismo idioma. La monja no entendió el significado del sueño, pero sintió que era una revelación.
La noche del 01 de febrero de 2024, mientras dormía, la monja sentía que su alma permanecía despierta y en oración. En ese momento, su ángel la condujo al Corazón de Jesús y le habló sobre algunos misterios de la Fe. En cierto momento, le dijo: “Hermana mía, el llanto de la Santísima Virgen es la preparación para la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo”. La monja entendió que él se refería a la devoción de Nuestra Señora de las Lágrimas.
El 27 de abril de 2024, mientras rezaba en adoración, la Monja Nordestina tuvo una visión con la bandera de Irán. Frente a ella, había un hombre barbudo con turbante en la cabeza. Junto al hombre se formaban dos palabras, una de cada lado: TAMB BAASS. La monja y yo investigamos y conversamos sobre los posibles significados de esas palabras, pero no llegamos a ninguna conclusión.
La noche del 14 de septiembre de 2024, la monja tuvo otra revelación en un sueño. Vio un largo pasillo donde había una puerta. Esta se abrió y, de una sala, salían los lideres Vladimir Putin y Donald Trump. Ambos se apretaban las manos, entonces el presidente de Rusia sonrió y se fue. Parecía como si hubiesen hecho un acuerdo. En ese momento, la monja se despertó con una sensación muy mala. Le conté eso, en privado a Marcelo del Grupo Y'shua el 23 de septiembre de 2024, que podrá confirmar. La profecía tal vez ya se haya cumplido.

Oremos por Oriente y por el mundo. Que las guerras actuales terminen y venga la paz. Y que las lágrimas de la Virgen María nos preparen para lo que ha de venir.
Traducido por: Maria Cristina Jacome
Comentarios