Un Consuelo sobre el Papa Francisco (21/04/2025)

En la primera noche después de la muerte del Papa Francisco, el 21 de abril, la Monja Nordestina tuvo un sueño conmovedor con él.En el sueño, ella entraba en una cripta. Las paredes de su interior estaban adornadas con arabescos y figuras muy bellas, todas en colores marrones y dorados. Había arcos y columnas.Al llegar al centro de la cripta, la monja vio a un hombre vestido de blanco. Estaba sentado en una silla junto a un mesón, donde, con la cabeza gacha, apoyaba el codo. Frente a él, había una silla vacía.La hermana se sentó allí, miró al hombre y lo reconoció.— Santo Padre, ¿qué tiene usted? —preguntó, sin obtener respuesta. — "¡Háblame!"El Papa Francisco tenía los ojos cerrados, visiblemente triste.La monja, conmovida, comenzó a cantar. No había letra para su canción, solo una hermosa melodía. Su canto era sobrio y agudo, sonando como un arpa. Oyó otras voces, de diferentes timbres, que se unían a ella en la música, en una armonía conmovedora.

Mientras ella y las otras voces cantaban, el Santo Padre abrió los ojos, miró a la monja y la tristeza de su rostro desapareció. Ahora sonreía. Su cuerpo estaba iluminado de tal manera que la monja apenas podía mirarlo. 

El Papa le tomó la mano y volvió a sonreír. En ese momento, se despertó. El sueño dejó un gran consuelo en el corazón de la monja. 

Entiendo que el canto simboliza las oraciones de los fieles, que fueron fundamentales para fortalecer al Papa en los momentos de prueba, protegerlo de muchos sufrimientos, abrir sus ojos espirituales y contribuir a la salvación de su alma. 

La silla vacía frente a él parece un símbolo del período actual de la Sede Vacante, algo que podría preocupar al Papa en sus últimos días. Su alegría al escuchar la música puede indicar que, con las buenas oraciones de todos, pronto tendremos un Papa con la fuerza necesaria para defender a la Santa Iglesia. 

Demos gracias a Dios por su bondad y misericordia y sigamos rezando por el alma del Papa Francisco. Que San Pedro y todos los pontífices del Cielo intercedan por el Cónclave. 

¡Viva el Papa!

Traducido por: Katia Nogueira